By Pedro Szekely.

[BigDataSur] Cuba y su ecosistema de redes después de la revolución

Por: Yery Menéndez García y Jessica Domínguez.

En Cuba la información, la comunicación y los datos son “recursos estratégicos del estado” [1] y “asunto de seguridad nacional” [2]. En la práctica, pero también en la mayoría de los documentos normativos del país, queda establecida la propiedad estatal sobre el capital simbólico de la nación.

A lo anterior se suman niveles de acceso y existencia de plataformas de redes telemáticas considerados entre los más bajos del planeta, importantes restricciones internacionales para el acceso a infraestructura, financiamientos, circuitos de telecomunicaciones y conectividad, y la existencia de programas que usan las TICS para intentar desestabilizar abiertamente al gobierno cubano.

Ante este contexto, y debido a los altos precios de conexión, grupos ciudadanos desarrollan prácticas de circulación de información que se adaptan a un contexto híbrido (off-on line). Estas iniciativas asumen un carácter autónomo, deslocalizado y auto gestionado e intentan satisfacer demandas diarias fuera de los mecanismos del estado. Algunas de las más relevantes en los últimos diez años son:

  1. Nuevos medios alternativos de comunicación

Un grupo de jóvenes periodistas graduados de universidades cubanas y otros profesionales están utilizando un grupo de recursos socio-técnicos para generar otras matrices de información.

Estas nuevas plataformas de información de interés público vienen a llenar vacíos dejado por los medios oficiales, únicos permitidos de existir. Algunos actúan como proyectos sombrilla o repositorios, albergando otras iniciativas ciudadanas de información.

Durante diez años y ante carencias de acceso a redes para resolver cuestiones infraestructurales, de fortalecimiento de capacidades y de acceso a fuentes, estas iniciativas han desarrollado formas de gestión creativas e innovadoras en concordancia con las más recientes tendencias globales.

A pesar de esto, la principal fuente de financiamiento de estos proyectos continúa siendo donaciones y becas provenientes de organizaciones internacionales. Este sigue siendo el principal punto de ataque usado para desacreditarlos por representantes del gobierno.

Entre los más relevantes y reconocidos se encuentran:

  • On Cuba, una plataforma en inglés y español dirigida, sobre todo a la comunidad cubana emigrada.
  • El Toque, un medio generalista, enfocado principalmente a los jóvenes y gestionado por jóvenes que cuenta historias de ciudadanía. El Toque pertenece a un grupo mayor de “emprendimientos de comunicación” reunidos dentro del Colectivo +Voces y que incluye también una radio digital llamada “El Enjambre” y un suplemento de humor gráfico, Xel2.
  • Periodismo de Barrio, una revista dedicada a tratar temas medioambientales y vulnerabilidades sociales.
  • El Estornudo, medio especializado en periodismo literario.
  • Joven Cuba y La Tizza, ambos son blogs colaborativos para promover el debate político.

Todos estos medios tienen como principal forma de socialización sus portales online. Pero desde que la distribución de formatos impresos es prohibida por el código penal cubano y el acceso online es caro, estos medios han tenido que innovar en sus interacciones con sus comunidades. La manera fundamental que han encontrado es la creación de una base de datos que se descarga una vez por semana. Con la base de datos descargada se actualiza la aplicación móvil de los sitios y desde entonces se puede acceder a todo el contenido offline.

Existe una clara diferencia entre estos medios y los medios abiertamente opuestos al gobierno de la isla. Los primeros están enfocados en producir información fuera de la égida del departamento ideológico del Partido Comunista de Cuba, estructura encargada de regular toda la producción simbólica del país, mientras los segundos subordinan la información que producen a su activismo político.

  1. El paquete semanal

El paquete es un producto-servicio que capitaliza redes sociales ya desarrolladas y las extiende. Si bien el objetivo final de esta expresión socio-técnica es el lucro y no la práctica de sentido de ciudadanía, si vale la pena comprender como esas redes de datos interactúan con redes sociales y como son producidas socialmente.

Dentro del paquete se recopila alrededor de 1 terabyte de contenido pirata, semana por semana. Este contenido se descarga de internet desde diferentes nodos o matrices que todo el mundo conoce, pero que permanecen ocultas, como secretos a voces. Una vez descargado el contenido, se entrega a un grupo de personas que a su vez, lo distribuyen mediante discos extraíbles a otras ciudadanos y así sucesivamente, por módicos precios.

De esta manera, en una especie de bola de nieve, los cubanos tienen acceso a internet offline y se mantienen actualizados de todo cuanto acontece en materia de información. Los contenidos del paquete incluyen desde cine hasta publicidad no permitida en los canales oficiales cubanos; desde música hasta bases de datos de otras plataformas de todo tipo. El paquete semanal es la principal forma de distribución de los medios y revistas mencionados anteriormente y de otros tantos, religiosos, humorísticos y políticos que no tienen otros espacios donde posicionarse.

La mejor descripción para el paquete es la de fenómeno híbrido de socialización de datos que media entre interacciones sociales no dependientes de algoritmos. Para la realidad semi-conectada de Cuba, el paquete semanal es hoy el recurso de distribución más popular y asequible. Y aunque no es legal, su carácter reticular, su distribución por nodos y de mano a mano y la calidad en la gestión y jerarquización de sus contenidos, hace imposible para las autoridades detenerlo completamente.

  1. The Street Network

La SNET (Street Network, por sus siglas en inglés) o Red de la calle, fue otra popular experiencia de distribución de contenidos y de creación de comunidades que, a diferencia del paquete, no tenía ánimo de lucro. En esta red, conectada por cables y Wi-Fi, sus “miembros” comenzaron a agruparse en nodos por toda la Habana con la intención de jugar partidas online. Con el paso del tiempo, la SNET fue creciendo y perfeccionando en estructura y organización, llegando a otras provincias del país. Y su objetivo primario pasó de ser el espacio de la comunidad gamer cubana a convertirse en un esquema para la generación de prácticas conectadas de ciudadanía mediadas por software.

La SNET, a pesar de ser un tejido ilegal, desarrolló un complejo sistema jerárquico, principios y éticas de funcionamiento bien establecidas, llegando a desplegar un nivel de infraestructura de red nunca antes visto, fuera de los márgenes del estado.

Convertida en un verdadero movimiento de activismo de datos, en 2019 el gobierno trató de institucionalizarla dentro de los Jóvenes Clubs de Computación y Electrónica. Este intento de cooptar la iniciativa generó protestas y demostraciones públicas que llevaron al gobierno, por primera vez, a sostener diálogos y llegar a consenso con los representantes de los nodos de SNET. A pesar de los acuerdos entre ambas partes, la red está hoy casi extinta.

  1. Articulaciones ciudadanas en redes sociales

En enero del pasado 2019 un tornado azotó la Habana devastando el ya vetusto fondo habitacional de la capital cubana. Luego de este fenómeno natural, una oleada de ciudadanos organizados congregaron a cubanos residentes y emigrados para brindar ayuda a los necesitados. Convocándose principalmente mediante Facebook, se crearon directorios colaborativos con los contactos de aquellos dispuestos a ayudar, bases de datos abiertas con los nombres y datos demográficos de los más necesitados e iniciativas de mapping para localizar los lugares donde fue mayor el daño.

Esta iniciativa fue, en su mayoría, impulsada por jóvenes profesionales y artistas. El nivel de movilización demostrado superó a las capacidades del estado, el que una vez más trató de institucionalizar las ayudas. En este caso, el movimiento siguió operando paralelo a los esfuerzos estatales y solo concluyó una vez que la mayoría de las personas afectadas recibieran kits básicos de apoyo.

  1. Plataformas comerciales

También existe una extensiva red de repositorios comerciales colaborativos como Revolico.com que intentan generar una alternativa dinámica al desprovisto mercado oficial. En estos repositorios se crea, gestiona, jerarquiza, recupera y socializa información referente a bienes y servicios que son adquiridos con otros bienes y servicios, moderados por reglas que toda la comunidad que utiliza la plataforma debe seguir.

En una situación de a-legalidad conviven estas comunidades de interpretación, creación y resistencia ante la información estatalizada. Ante un estado centralizador, estas nuevas relaciones sociales de producción dirigidas a llenar vacíos de sentidos que no pueden ser llenados de otra manera, mediadas o no por algoritmos; representan hoy alternativas cada vez más articuladas, populares y endógenas y de eso depende enteramente su supervivencia.

[1] Lineamientos de la política social del Estado (PCC, 2011, updated in 2016)

[2] Decreto Ley 370 de MInisterio de Información y Comunicaciones

Biografía 

Yery Menéndez García es periodista y profesora de la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana. MA in Media Practice for Development and Social Change por la Universidad de Sussex en Reino Unido. Gestora de Audiencias en el medio independiente cubano El Toque.